
Fotografía: Redacción PTN
n una temporada histórica para el Atlas, un nombre resuena con fuerza en los anales del club: Uros Durdevic. El delantero montenegrino, que en apenas medio año pasó de ser criticado y rechazado por la afición Rojinegra a convertirse en un ícono, logró un logro sin precedentes en la historia de los Zorros: ser el primer campeón de goleo en los 109 años de existencia del equipo.
La revelación de Durdevic, quien sumó solo 12 anotaciones en el torneo, dejó atrás a grandes figuras del ataque atlasino como Robert De Pinho, Daniel Osorno, Carlos María Morales, Bruno Marioni y Julián Quiñones, quienes buscaron ese título sin éxito en temporadas previas. Su liderazgo goleador en la temporada Apertura 2024 no solo sorprendió a la afición, sino que también lo convirtió en un referente dentro y fuera del campo.
El camino del delantero montenegrino estuvo marcado por una notable transformación. La afición, que inicialmente mostró escepticismo hacia su llegada, pronto se enamoró de su compromiso y olfato goleador, especialmente tras el importante gol en el Clásico contra Chivas en el Play-In, que empató el partido y dio inicio a la remontada Rojinegra que culminó con la eliminación del rival tradicional. Con ese tanto, Durdevic no solo marcó un momento decisivo, sino que también selló su temporada como el máximo artillero del club.
Este logro no solo es un espejo del crecimiento personal y profesional del jugador, sino que también simboliza un capítulo de renovación y esperanza para el Atlas, que ahora mira hacia el futuro con un referente histórico en su plantilla. Uros Durdevic, pasando de ser un fichaje criticado a un ícono de la historia rojinegra, ha dejado claro que en el fútbol, las segundas oportunidades y la entrega pueden escribir historias de éxito imborrables.