
Fotografía. Redacción PTN
En un análisis contundente de la situación económica actual, el primer ministro canadiense, Mark Carney, denunció este jueves las recientes medidas comerciales impuestas por la administración de Donald Trump, argumentando que estas “fracturan la economía global”. En un giro significativo de la política comercial, Carney anunció un arancel del 25% a los vehículos importados desde Estados Unidos que no cumplan con las normativas del nuevo T-MEC, marcando un cambio en la relación económica entre los dos países.
Carney subrayó que la era de integración continua con Estados Unidos ha llegado a su fin, describiendo esta realidad como “una tragedia” que, sin embargo, debe ser aceptada. En este contexto, el primer ministro canadiense reveló que la implementación de estos aranceles podría generar alrededor de 8 mil millones de dólares para el país, fondos que se destinarán a apoyar a los trabajadores afectados por las medidas.
El primer ministro también señaló que las acciones de Trump constituyen “una clara violación de los acuerdos comerciales” establecidos en el T-MEC, un tratado que fue firmado por el propio Trump y que busca fomentar la cooperación económica entre Canadá, Estados Unidos y México. Carney enfatizó que el sector automotriz, profundamente integrado entre los tres países desde hace seis décadas, es uno de los más perjudicados por las decisiones recientes de Estados Unidos.
“Estamos ante un cambio fundamental en la economía global”, expresó Carney, quien no dudó en calificar el nuevo panorama como una ruptura con el sistema económico que ha sostenido a Canadá desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En respuesta a esta nueva realidad, el primer ministro aseguró que su gobierno luchará contra los aranceles impuestos por Estados Unidos a través de los tribunales y organismos internacionales, además de implementar “aranceles cuidadosamente calibrados”.
A medida que Canadá se adapta a esta nueva dinámica, Carney también destacó la importancia de fortalecer relaciones con otros países considerados “fiables”. En este sentido, reveló que mantuvo una conversación con el canciller alemán, Olaf Scholz, donde discutieron la necesidad de una colaboración más estrecha entre naciones aliadas para proteger la seguridad transatlántica y profundizar los lazos económicos.
Mientras tanto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ofreció una perspectiva contrastante al valorar positivamente la decisión de Trump de no imponer nuevos aranceles a México, sugiriendo que el T-MEC sigue siendo un acuerdo sólido. Este contraste entre las reacciones de Canadá y México subraya la complejidad y fragilidad del actual sistema comercial en América del Norte.